martes, 21 de octubre de 2014

El problema catalán

Cataluña ante España. Xavier Vidal-Foch. La Catarata, Madrid, 2014. 144 pp.

El Cultural, 17-10-2014.

http://www.elcultural.es/revista/letras/Cataluna-ante-Espana/35322

Tomando como punto de partida la constatación de que vivimos una fase trascendental del problema catalán y, al tiempo, un momento de singular confusión, el conocido analista del diario El País Xavier Vidal-Foch (Barcelona, 1952) se plantea en este opúsculo una reflexión serena sobre el llamado “proceso”, al margen de tópicos y descalificaciones sectarias. Dedica por ello una considerable atención (un tercio del total de la breve obra) a “los desafíos económicos”, por entender que en ellos reside una parte considerable de los problemas (y de las posibles soluciones). Combate en ese ámbito las simplificaciones interesadas de unos y otros, subrayando en este sentido que “las cifras no lo aguantan todo” y que ni existe ni ha existido nunca el pretendido “expolio” que pregona la propaganda catalanista. El resto del libro aborda el desencuentro político entre las autoridades catalanas y españolas, lo que le permite tratar –siempre con un enfoque empírico y pragmático- los diversos caballos de batalla que entran en liza: tentaciones centralistas versus autonomismo insolidario, nacionalismo lingüístico, papel de Europa en todo el conflicto, etc. Un recorrido presidido siempre por un franco realismo: “no somos Andorra, ni Mónaco, ni Suiza”.
Algunas afirmaciones pretenden ir más allá de los argumentos más manidos. Así, por ejemplo, su descalificación de la independencia como objetivo último en un mundo que ya no contempla el “Estado nacional” ni la “soberanía nacional” en su sentido tradicional. Bien es verdad que en un asunto tan candente y visceral, la ecuanimidad de la que hace gala Vidal-Foch corre en muchas ocasiones el riesgo de ser percibida como una fría equidistancia. Es cierto que su ensayo es muy crítico con el nacionalismo catalán, pero no lo es menos con los sectores que identifica como nacionalistas españoles: “Existe un nacionalismo más insidioso y brutalista –a veces violento- que el catalán: el español” (p. 69). Más sorprendente aún resulta esta interpretación de la sentencia del Constitucional sobre el Estatut: los catalanes “quieren votar en referéndum su futuro. No es un capricho, Tienen razones. Votaron un Estatut nuevo, y un recurso y una sentencia se lo secuestraron. Un clavo saca a otro clavo. Una votación lava un secuestro” (p. 141). En última instancia, no es extraño por ello que sus propuestas “imaginativas” corran el riesgo de incomodar a todos los sectores implicados. Ya lo dice el título mismo del último capítulo: “Referéndum imposible. Consulta deseable”.

Mitos del nacionalismo catalán

Los 10 mitos del nacionalismo catalán. Joaquín Leguina. Temas de Hoy, Barcelona, 2014. 224 pp.

El Cultural, 17-10-2014.

http://www.elcultural.es/revista/letras/Los-diez-mitos-del-nacionalismo-catalan/35319

Desde que abandonó la política activa, Joaquín Leguina (Villaescusa, Cantabria, 1941), cultiva con notable éxito y considerable proyección mediática una prolífica faceta de escritor, con dos vertientes principales, la narrativa y el ensayismo político. Libre ya de los compromisos y ataduras que conlleva el ejercicio del poder, el antiguo presidente socialista de la Comunidad de Madrid exhibe como contertulio y analista una independencia de criterio que choca, de forma más o menos abrupta, con las directrices de su propio partido en algunos temas no precisamente menores. Uno de ellos fue el asunto de la memoria histórica, al que Leguina dedicó una lúcida reflexión en El duelo y la revancha (2010). Otro es el gran tema del momento, el abierto desafío de los partidos gobernantes en Cataluña a la legalidad constitucional. Sobre este asunto trata este libro que, desde su propio título, no disimula -antes al contrario, proclama- sus intenciones: desmontar el andamiaje propagandístico y manipulador que ha venido fraguando desde hace más de un siglo, pero en particular en los últimos lustros, el nacionalismo catalán.
El Leguina ensayista no pretende ser sutil ni académicamente brillante. Le interesa ir al grano y lo hace por la vía más expeditiva, sin justificaciones ni circunloquios. Su frescura expositiva quizás no termine de satisfacer al lector exigente pero lo acerca y mucho a un público amplio, que no desea matizaciones ni alardes eruditos sino opiniones claras y bien fundamentadas. Quien haya leído sus últimos libros sabrá perfectamente lo que queremos decir. Frente a la acusación que suele hacer buena parte de la opinión pública a casi todos los políticos, puede decirse sin miedo a exagerar que a Leguina se le entiende absolutamente todo. A él no le importa que pueda ser tachado de “verso suelto” –en su propio partido-, centralista o incluso nacionalista español.
Con el imprescindible bagaje histórico, su experiencia política y, en último término, grandes dosis de sentido común, Leguina se enfrenta a cara descubierta al nacionalismo catalán o, más concretamente, a lo que denomina e identifica como diez grandes mitos de su ideario doctrinal. Son estos el compromiso de Caspe, el episodio de los segadores, la derrota de 1714, la interpretación sesgada de la guerra civil, la delimitación de los “países catalanes”, el asunto de la lengua, el famoso “España nos roba”, la apelación al “derecho a decidir”, la relación con Europa y la consideración de la independencia como arribo a la tierra prometida. Su exposición es siempre amena y está teñida de fuertes dosis de ironía. Es particularmente hábil en desentrañar las contradicciones y paradojas de un nacionalismo de ricos, insolidario y artero, caracterizado en su última trayectoria por un oportunismo mezquino y una gran deslealtad institucional. Recuerda Leguina algunas verdades que, de tan obvias, resulta casi descorazonador consignar: diálogo no puede ser simple “trágala”, el “derecho a decidir” es de todos los españoles, el federalismo supone igualdad de los federados o, en fin, frente a tanto griterío inane, que no hay democracia sin respeto a la ley.